Los accidentes infantiles son una tragedia que, con las medidas adecuadas, se pueden evitar. Es lo que se conoce como «lesiones no intencionales», y son la principal causa de mortalidad entre menores de edad en España. Desde Aquna sabemos que es imposible tener riesgo cero; por muchas precauciones que tomemos las casualidades a veces consiguen superar nuestras previsiones. Sin embargo, aprender a prevenir y actuar de manera ágil e informada ayudará a reducir su alcance.
Por ello, te traemos los datos y pasos a seguir para cuidar de los/as más pequeños/as.
Echemos un vistazo a los datos. El último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que en 2021 1 012 menores de 19 años murieron. Uno/a de cada tres (33,30 %) falleció por causas externas, como accidentes de tráfico, ahogamientos, etc. Esta cifra es muy superior a enfermedades como los tumores (25,79 %) y afecciones del sistema nervioso y los órganos de los sentidos (12,06 %).
Así pues, 337 niños/as tuvieron una muerte que podría haber sido evitada. Para prevenirlas, aquí te explicamos los accidentes más comunes entre los niños/as y qué medidas tomar para acercarnos al riesgo cero.
Los accidentes en la infancia son una realidad trágica que se pueden prevenir siempre que tomemos las precauciones adecuadas. Cuando hablamos de fallecimientos por causas externas, hay varios tipos de las lesiones no intencionales:
Más de 100 menores de 19 años murieron en carreteras (29,97 %). En 2022 aumentaron un 10 % los/as fallecidos/as en turismos comparado con antes de la pandemia. Un total de 1 145 vidas segadas, según la Dirección General de Tráfico.
La mayoría de los accidentes ocurrió en vías convencionales (73 %) y el 25 % no llevaba puesto el cinturón en el momento del choque.
Esta es la razón de campañas como Ponle Freno Junior, que premia iniciativas, acciones o productos dedicadas a concienciar, formar y difundir de la seguridad vial entre menores de 18 años.
Un total de 59 menores de 19 años murieron a causa de ahogamientos, sumersiones y sofocaciones (22,26 %).
Las noticias de ahogamientos en playas y piscinas protagonizan los telediarios en verano, los meses de mayor peligro. Según los datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, el del año pasado fue el segundo mes de junio más letal en los últimos 8 años, y un 55 % más de enero a junio que en 2021. El año se cerró con 394 muertes por ahogamiento en toda España.
Casi la mitad de los/las ahogados/as (46,44 %) en 2022 estaban en sitios sin servicio de socorrismo en el momento del accidente. Además, la playa fue el principal lugar de estos accidentes (55,07 %). Las horas más peligrosas fueron entre las 10 y las 20 horas, en especial de 12 y las 14 horas.
La asfixia, una terrible enemiga, también entra en esta categoría. Los bebés sin dientes son los más expuestos. Así que tenemos que cortar bien la comida, vigilar con las uvas y los frutos secos, ¡y saber hacer la maniobra de Heimlich!
El 20,18 % de los fallecimientos por lesiones no intencionales se deben a caídas accidentales (7,12 %), otros accidentes de transportes (5,64 %), envenenamientos accidentales (4,45 %), accidentes por fuego, humo y sustancias calientes (2,67 %), complicaciones de atención médica y quirúrgica (0,30 %) y otras causas externas y sus efectos tardíos (0,30 %).
Como ya hemos dicho, no existe el riesgo cero de accidentes infantiles, pero sí hay recursos para reducirlos. Por eso hay que enseñar a los/as niños/as sobre los peligros de los accidentes, cómo cuidarse, vigilarlos bien y estar preparados/as para actuar en primeros auxilios.
Los instantes tras un accidente son claves para salvar su vida. Recuerda que un bebé puede ahogarse en menos de 30 segundos con tan solo 10 centímetros de agua.
Asegurar que tu hijo/a lleve el cinturón de seguridad o vigilarlo cuando esté cerca del agua reducen mucho el peligro. Por ejemplo, desde la campaña Cap nen s’ofega (Ningún niño se ahoga), aseguran que el 75 % de las muertes en piscinas privadas se evitarían con una valla que envuelva la instalación.
No puedes prever todos los accidentes ni estar pendientes constantemente de tu hijo/a, pero sí saber los accidentes más comunes y asegurarte de que, al menos, tu hogar sea un lugar lo más seguro posible. Y siempre tener a mano un botiquín bien equipado. Como mínimo debería contener agua oxigenada, alcohol, yodo, algodón, gasas esterilizadas, tiritas, vendas, esparadrapo, pomada antiinflamatoria y otra para quemaduras.
Si ocurre un accidente, trata de mantener la calma y usa la regla PAS: protege, avisa y socorre.
Lo mejor que te ofrece tener los conocimientos sobre cómo actuar en caso de accidente es la tranquilidad que te da. Esta formación te permitirá ser capaz de enfrentarte a la situación con más serenidad, sin caer en el pánico ni cometer errores.
Todos/as los/las que han asistido a nuestros cursos nos dan el mismo feedback: no solo han aprendido sobre primeros auxilios infantiles, sino que también han adquirido la seguridad en sí mismos/as para saber cómo actuar en caso de emergencia.
Es importante refrescar nuestros conocimientos para acercarnos a ese riesgo cero. Al fin y al cabo, cuidar de los nuestros es como montar en bicicleta: nunca se olvida.
Así que la lección más relevante es que somos nosotros/as los/las que tenemos la responsabilidad de estar preparados/as para salvar la vida de nuestros seres queridos.
Como ves, las lesiones no intencionales en menores son una preocupación real. Por eso, desde aQuna trabajamos cada día para ayudar a prevenirlas. Con nuestros cursos, convertirte en experto/a en prevención de riesgos y accidentes infantiles es pan comido.
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Y para acabar, ¿tienes alguna recomendación o truquillo para actuar rápido en caso de accidente?